miércoles, 24 de junio de 2015

PRENSA

Prensa
 Durante tres siglos (1600-1900) la prensa fue el único medio informativo. Fue resultado de la conjunción de la imprenta y los servicios regulares de correos.. La información de actualidad siempre había existido, pero con la prensa adquirió dos nuevas notas: regularidad y publicidad. 
Los primeros periódicos se caracterizaron por la aparición regular, la base comercial abiertamente dirigida a la venta,  la finalidad múltiple -para la información, el registro, la publicidad, la diversión y el chismorreo-  y un carácter público o abierto. 
El diario,  desde su aparición,  significó una importante innovación es difundir información. Su carácter distintivo residía en su individualismo, su orientación realista, su utilidad, su secularidad y su adaptabilidad a las necesidades de una nueva clase social: las capas comerciales, industriales y financieras urbanas y los profesionales.


En prensa diaria, Londres fue la precursora a nivel mundial: 
-1702  Daily Courant (Londres)
Historia de la prensa
El periódico, tal como hoy lo conocemos, nació en Inglaterra, en el siglo XVIII. Con anterioridad a esta fecha, existieron ciertas formas de comunicación social.
Ya en la Roma antigua existían distintos medios de información pública: Las Actas públicas o Actas del pueblo consistían en una serie de tablones expuestos en los muros del palacio imperial o en el foro, en los que se recogían los últimos y más importantes acontecimientos sucedidos en el Imperio. Los subrostani se ganaban la vida vendiendo noticias o fabricando informaciones sensacionalistas y sin sentido.
En la Edad Media surgieron los mercaderes de noticias que redactaban los 
Avisos, también llamados folios a mano. Consistían en cuatro páginas escritas a mano, que no llevaban título ni firma, con la fecha y el nombre de la ciudad en que se redactaban. Se vendían en los puertos y ofrecían informaciones del mediterráneo oriental (lugar en que se desarrollaba la actividad bélica de las cruzadas), recogían noticias facilitadas por marineros y peregrinos. Estos avisos tuvieron un gran éxito y enseguida fueron censurados por las autoridades de toda Europa. También nacieron en torno a los puertos los Price-courrents que daban informaciones sobre los precios de las mercancías en el mercado internacional, los horarios de los barcos, etc.
En el siglo XV, con la invención de la imprenta, los avisos y price-courrents dejaron de hacerse manuscritos y se imprimieron. Aparecieron otras publicaciones periódicas nuevas: los Ocasionales informaban de un hecho excepcional de forma eventual, cuando la ocasión lo requería. Los más famosos fueron los de Cristóbal Colón, contando el descubrimiento de América. Pronto comenzaron a ser publicados por los gobiernos, que los utilizaron como medio de propaganda. Tenían formato de libro y portada ilustrada.
Las Relaciones eran publicaciones de periodicidad semestral, coincidían con las dos ferias anuales de editoriales y libreros, que tenían lugar en la ciudad de Frankfort. Recogían los principales acontecimientos ocurridos en Europa durante los seis meses que separaban una feria de otra 
En el siglo XVI se siguen publicando avisos, ocasionales, relaciones...y aparece un nuevo tipo de publicación: los Canards iguales que los ocasionales pero de contenido más popular: trataban temas sensacionalistas: monstruos, milagros..; y la explicación de los mismos suele ser siempre religiosa.
Desde 1609 empiezan a publicarse las Gacetas con periodicidad semanal. Al principio eran impresas por editores privados, pero enseguida quedaron bajo la protección de los Estados Absolutos que las utilizaron como medio de propaganda de la monarquía. Las gacetas más famosas fueron las francesas: La Gazette, Le Journal des Savants, y Le Mercure Galan, todas ellas del S.XVII. Estas publicaciones tuvieron gran influencia en España, donde fueron imitadas en el S.XVIII. La primera española fue la Gaceta de Madrid, de 1661.

Antecedentes de la prensa
·        Antes de la aparición de los tipos de imprenta móviles a mediados del siglo XV, las noticias se difundían por vía oral, por carta o por anuncio público. Hasta 1609 no se empezaron a publicar los primeros periódicos. Estos ejemplares, impresos en el norte de Alemania, se denominaban corantos y publicaban `sueltos' sobre e sucesos en otros países. La palabra noticia se acuñó un siglo más tarde.
·        En menos de veinte años ya se publicaban periódicos en Colonia, Frankfurt, Berlín y Hamburgo (Alemania); Basilea (Suiza); Viena (Austria); Ámsterdam y Amberes (Bélgica). Los periódicos de Ámsterdam, impresos en inglés y francés, llegaron rápidamente a Londres, donde el primer periódico vio la luz en 1621, y a París, donde el primer periódico apareció en 1631. En el año 1645 Estocolmo disponía de un periódico de la corte que aún se publica.

·        Los primeros periódicos eran de formato reducido y por lo general sólo tenían una página. No tenían ni cabeceras ni anuncios y se asemejaban más a un boletín que a los periódicos actuales de página grande con cabeceras en negrita y abundantes imágenes.




Situación actual de a prensa 




La prensa escrita vive momentos difíciles fundamentalmente por la situación económica general, que afecta a la publicidad, principal fuente de ingresos del Sector. Además, se unen a esta otras dificultades añadidas como la evolución tecnológica. Los editores de prensa escrita reflexionan hoy cómo llevar a cabo el papel de medio que oferta información en convivencia con los medios tecnológicos que representan Internet y los derivados de las posibilidades que este campo ha abierto. Pese a las diferencias entre editores a la hora de encontrar una solución efectiva, todos se muestran de acuerdo en afirmar que el papel de la prensa debe de consistir en buscar nuevas fórmulas de convivencia con los restantes medios de comunicación.


Aunque la crisis económica y su consiguiente falta de inversión publicitaria, sumada a la llegada de las nuevas tecnologías, se señalan como principales causantes de la crisis actual de los diarios, es cierto que el inicio de esta crisis comenzó mucho antes. Ya en los años noventa, en un momento dorado para los diarios, lo analistas alertaron de la falta de personalidad y capacidad de sorpresa de los periódicos. Hoy, la suma de estos factores llevan a los editores de prensa a replantearse un cambio en los contenidos y en la utilización de los soportes a su disposición.

Aunque los diarios sigan contando con la confianza de los ciudadanos, no se puede obviar que pierden lectores y que el rápido avance de la tecnología en la información es un facto a tener en cuenta. Por ello, estos deben apostar por el refuerzo de aquellas cuestiones que los diferencian de los otros medios: frente a la inmediatez y brevedad de otros canales como la televisión, el diario aporta análisis en profundidad, explicaciones y calidad. La solución está en adaptar estas características a la situación actual y entender a la tecnología como una aliada.

Para Jesús Ceberio, Director general d la unidad de prensa del Grupo Prisa, la forma de llevar a cabo esta adaptación es reducir los costes del negocio tradicional de la prensa escrita para producir información de calidad que se transmita al público no sólo desde el papel, sino a través d nuevas herramientas como los ordenadores y los teléfonos móviles. Por supuesto, existe la incógnita de cómo enfrentarse a la financiación de esa producción continua de información de calidad en unos medios online que hoy en día producen unos ingresos publicitarios insuficientes. La respuesta está en cobrar por el contenido online, pero sólo aquellos que ofrezcan contenidos altamente diferenciados podrán sobrevivir. Este es el caso del “The Wall Street Journal”, que distribuye una información muy específica y cobra por proporcionarla a los usuarios de internet.

Esta convergencia entre medios ofrece al ciudadano una relación con la información sumamente flexible y adaptable a cada circunstancia, además de una amplia oferta que puede llegar a desconcertarlo si no existen unas referencias que lo orienten y le proporcionen credibilidad y solvencia informativa. Por ello, las empresas editoriales deben seguir apostando por la información de calidad, respaldada por profesionales, independientemente del soporte en que ésta se distribuya


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